Escuchando las explicación que el pope de este operativo daba en un programa televisivo deduzco que el objetivo fundamental de esta reforma es eliminar los hospitales públicos y todo tipo de prestaciones estatales.
Se dice que el gobierno por medio de alguna de sus figuras jurídicas recaudara el dinero que luego redistribuirá a los prestadores de acuerdo a la cantidad y calidad de afiliados. Por calidad se entiende sexo y edad.
Es natural y lógico que al darse el puntapié inicial todos los habitantes de la república correrán a afiliarse a un servicio privado debido a que estos tienen mayor renombre que los estatales. Nadie en su sano juicio optara por un prestador que baja credibilidad y con algo de desprestigio.
En consecuencia nadie optara por el Maciel, Clínicas, Maldonado, etc. cuando puede hacerlo por el Británico, M.P., Cosem, La Española, El Mautono o La Asistencial. Consecuencia inmediata estos prestadores, natural y lógicamente, elegidos recibirán todos los fondos y serán los únicos en condiciones de continuar funcionando.
La desaparición de los Hospitales Públicos significara muchos médicos, enfermeros, laboratoristas, administrativos, etc. que quedaran desocupados irreversiblemente.
Como contrapartida las prestadoras mejor renombradas y que naturalmente serán las elegidas por los usuarios y finalmente destinatarias de todos los fondos deberán aumentar su infraestructura de personal y edilicia.
Esto naturalmente nos llevara a un monopolio privado de servicios de salud sin la participación del estado como prestador benefactor o regulador.
Es fantástica la ideología progresista de los izquierdistas uruguayos. Bajo un manto de ocultamente privatizan todos los servicios de salud.
Me imagino que hubiera sucedido si blancos o colorados hubieran pretendido eliminar los servicios estatales de salud. Hoy el Frente Amplio anuncia que llevara a cabo la privatización total de los servicios de salud del Uruguay y todas las fuerzas de izquierda contemplan embelesadas
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